SI LLAMAS A LA PUERTA
El tipo que vive en esa casa se llama Aldo, lo sé, aunque nunca he hablado con él. Es un hombre alto  y corpulento tiene los ojos negros como el carbón, el pelo sucio y el aspecto desaliñado. Se deja ver poco por el barrio y solo le acompaña su sombra profunda.  Según dicen, los gatos nunca se detienen frente a su casa y que si llamas a su puerta más vale que tengas una buena razón para hacerlo.
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Yo no llamo, no. Me da miedo.
ResponderEliminarMejor me voy a otra casa, a otra ciudad, a otro blog, seguro. Esto me da mucho, mucho miedo.
Me cago.
Juan Carlos N
Muy bien logrado el color, apenas lo necesario
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