sábado, 21 de julio de 2012
LA RUEDA DE LA FORTUNA
Sabía que la rueda de la fortuna era caprichosa, pero nunca pensaba que fuese rencorosa.
Todavía recuerdo el último sorteo extraordinario de navidad, el número agraciado era prácticamente idéntico al número del boleto que había adquirido. Solo se diferenciaban en el último dígito. Lo comprobé más de diez veces, pero aquel número era igual en todo, salvo en la terminación. Una pequeña distancia, la que va del 5 al 7, pero que marca la diferencia entre vivir asfixiado por las deudas y levantarse todos los días sin preocupaciones. Estaba claro, la suerte me había rozado pero no me había alcanzado, por eso, la maldije, una y otra vez.
Hace un mes, la rueda me alcanzó, esta vez de lleno, cuando cruzaba un paso de peatones, no se conformó con rozarme, simplemente me paso por encima.
Desde entonces, permanezco en esta habitación blanca de la tercera planta del hospital cuyos rincones conozco de memoria, inmóvil, con las dos piernas y la cadera escayoladas sujetas a una estructura metálica que me impide cualquier movimiento.
Todas las horas son iguales, un día tras otro, una monotonía dolorosa apenas rota en el turno de noche cuando viene a realizar las curas Manuela, una enfermera curtida en mil y una batallas, siempre dispuesta a mostrar su buen humor con un abanico de bromas y sonrisas, un repertorio que va cambiando día a día en su empeño por arrancarme una sonrisa de reconciliación conmigo mismo que me haga recordar que afortunadamente estoy vivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es rencorosa, caprichosa y contradictoria, creo que nunca ha pasado tan cerca de mi pero estoy preparada y atenta pues percibo que está a puntito de arrollarme. Dile a Manuela que se prepare para sacarme alguna sonrisa a mi también y a ti espérame que nos tomamos un cafecito o lo que sea de recibo.
ResponderEliminarPD: mi paisaje siempre ha estado lleno de estas ruedas, muy lleno ... más ahora la fortuna es escasa por no decir nula.
De la foto no hace falta que te diga nada , es parte de mi vida y el texto una gozada leerlo.
Besicos Dámaso
Ojala pase esa rueda sobre nosotros y nos podamos hacer llamar los afortunados, de momento somos afortunados de poder disfrutar de esta luz mágica que desprende esta excelente foto, una delicia. Saludos.
ResponderEliminarLa photo est magnifique... mais l'histoire un peu triste
ResponderEliminarY yo creo que Manuela tiene una buenísima intención, sí...cuántas veces estaremos bajo las ruedas de "la suerte"(?), sin embargo con nosotros mismos debemos ser fieles hasta el final, querernos, mimarnos, sabernos vivos.
ResponderEliminarExcelente fotografía. El blanco y negro es más que apropiado para este texto...
Mil abrazos, Dámaso.
Ojalá tengamos suerte cuando se salga el mar.
ResponderEliminarUn abrazo.
la roue tourne et la fortune est dans notre coeur
ResponderEliminaret dans les champs !
bon dimanche à toi
Vaya...pues por una parte me alegro que la rueda no te aplastara por completo, ahora me pone triste tu situación...me paso la vida en los hospitales...ahora mismo vengo de urgencias...
ResponderEliminarSuerte que hay muchas Manuelas amigo...
Cuídate, abrazos.
La única fortuna es solo comparable al infortunio de rodar y rodar: Contracorriente y, además, en caída libre.
ResponderEliminarAl resto lo llamamos fuerza vital. Incluídas otras, centrífugas u hospitalarias, ¡tantas!
Saludos
Uf... No sé que decir Dámaso. Saluda a Manuela de mi parte... Sin personas como ella el mundo sería un lugar más oscuro y triste de lo que ya es.
ResponderEliminarUn abrazo...
Una foto estupenda y un gran relato.
ResponderEliminarSaludos.
La verdad es que comenté la foto sin leer ese terrorífico relato ¿realmente te ha pasado a tí?. Saludos.
ResponderEliminarodio las loterías, ruedas de la fortuna y otros ensueños parecidos, y que sea el estado quien las promocione es para echarse a llorar, menuda zanahoria para manipular deseos y esperanzas.
ResponderEliminarLa verdadera rueda de la fortuna es la propia vida, que a veces nos pisa y otras nos esquiva. Si tu situación es la que descrbes un trocito de fortuna tiene nombre de Manuela.
La foto es magnífica, y aunque resultado de un trabajo previo, algo triste en si misma.
Un abrazo.
Yo soy de los que decide jugar un único boleto en todo, tanto en lotería navideña como en otras. Si el juego se trata de suerte, si la tengo, me tocará oigual con1 que con 6, yo lo veo así, por mucho que el minimo porcentaje que lleve la contraria. A ver si para este año que viene te cambia la fortuna y nos das una alegría, por todo ello, te deseo un pronta recuperación y un saludo a Manuela.
ResponderEliminarUn saludo.
is it not incredible that these things can happen? incredible! and that time is linear and that once struck, one can not go back and re-step!
ResponderEliminari found out this weekend that the father of a childhood friend slipped on a dock and hit his head in front of his grandchildren. he smashed his head open, one mis-step, and died. he was good friends with my father who fell overboard of his canoe when i was little and died. all these years in between and the two men were brought together over water in their end. so strange.
western hospitals are, ironically, inhuman places. i hope that your time has fed your spirit in ways i can not imagine. i hope you heal and grow. much love)))
xo
erin