miércoles, 5 de octubre de 2011

SORPRENDENTES Y SIEMPRE AGRADECIDAS LAS PLANTAS DEL JARDÍN

Aún no he terminado de podar la parra y sus muñones empieza a sangrar. Si tuviera buen oído tal vez podría oír sus gemidos. Sin embargo, no hay tiempo para muchas lamentaciones, el ciclo continúa. Unos meses más tarde, sin rencor, la misma planta nos agasajara con unos racimos de deliciosas uvas.

5 comentarios:

  1. Los campesinos lo llaman llorar. Por cierto, ¿cómo es que no le dejas la pelambrera sarmentosa para pasar el invierno, como si fuera una oveja?
    Por lo demás, colecciono gotas tan hermosas como esta. Es uno de mis géneros literarios favoritos.

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  2. Inicialmente el título iba a ser Las lagrimas de Cristo,asociando el vino con la sangre y la savia con las lagrimas.Me pareció un poco pretencioso y lo dejé tal y como está. Por lo demás la foto no es de este otoño, sino de la primavera pasada. Yo también dejo todos los sarmientos hasta finales de febrero, principio de marzo, pendiente de la luna para realizar la mejor poda.
    Saludos Antonio

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  3. Que conste que lo dije porque en la foto hace frío. Además de llorar, parece que tirita.

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  4. Maravillosa composición con una luz exquisita, belleza pura amigo. Un abrazo.

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