lunes, 4 de julio de 2011

EL FINAL DEL CAMINO


A menudo salgo a pasear por la noche, es el mejor momento para hacer el balance de la jornada e intentar poner un poco de orden a mis ideas. Excepto en los cortos meses del verano, nuestro clima no invita al paseo nocturno y son pocas las personas con las que me encuentro. Acaso, algún sacrificado personaje que se deja arrastrar de esquina en esquina por la correa de un perro ansioso por hacer sus necesidades.
Hoy, me he cruzado con unas sombras que más que pasear, parecían arrastrarse como almas en pena. Les he saludado pero no me han contestado, me imagino que estarían absortas en sus pensamientos y no han reparado en mi saludo.


2 comentarios:

  1. ha sido un placer caer aquí... al margen de otras fotos que me han llamdo la atención, éstas tres de semana santa me han cautivado....

    ResponderEliminar
  2. Sin duda un lúgubre encuentro que has sabido captar en una intrigante atmósfera. Un abrazo.

    ResponderEliminar